18 nov 2010

ARTICULO DE LA REVISTA LA FAMILIA DEL COMERCIO

IZAKAYA, COMER Y BEBER A LO JAPONÉS

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Un lugar ideal para compartir nuevos sabores y bebidas entre amigos.

izakaya

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El lugar es pequeño y los colores rojo y negro que predominan en la decoración lo vuelven más cálido. Coloridos platillos, botellas de cerveza, pequeños vasos de sake, y otros cocteles, vienen y van, se desplazan por las mesas altas -al estilo occidental- y también llegan al fondo del lugar, donde está el área con mesas japonesas sobre suelo de tatami (esterilla), donde se sientan descalzos los comensales. Un cuadro luminoso muestra unos labios rojos, japoneses quizás, y riega una luz tenue en la estancia. Estamos en Yatai, un Izakaya o bar-restaurante donde grupos de amigos se reunen a compartir diferentes platillos japoneses y se relajan al sabor de las bebidas. 

Pero no nos encontramos en Japón, sino del otro lado mundo, en la andina Quito. Detrás de la barra están sus dueños. Shunsuke Nomura, un japonés de 27 años, que llegó hace más de dos años al Ecuador; Alejandro Adamini, un bar-tender argentino de 32 años que vive en nuestro país hace cuatro años; y también David Del Castillo, ingeniero comercial mantense, de 24 años. Allí todos hacen de todo. Shunsuke les reveló las recetas caseras de su país natal y las preparan juntos, Alejandro les ha enseñado a preparar los más variados cocteles, y hasta elaboran un delicioso sake (licor tradicional de Japón, a base de arroz) de frutas. El proceso para fabricarlo dura tres meses y hasta el momento lo han preparado con grosellas, ciruelas verdes y fruta china. Aunque es un restaurante japonés, aquí no hay sushi. Y es que la gastronomía nipona es tan amplia, que el sushi solo es una pequeña parte, aunque quizás sea la que más se haya popularizado en Occidente. En Yatai, que en japonés significa ‘kiosko', se sirven los platos que generalmente se encontrarían en los kioskos japoneses y en especial los teppanyaki (‘teppan' es plancha; ‘yaki', asado) o asados a la plancha. 

La idea del Izakaya es que la gente comparta, dice Alejandro, no solo las picaditas tradicionales sino que vivan una experiencia distinta, al probar nuevos sabores. Además, en este tipo de bares, tanto la comida como la coctelería tienen igual peso, por lo que ambas guardan excelente calidad. De esta forma, cada uno pide un plato, pero todos picotean, meten tenedor o si se atreven pueden pedir unos palillos, mientras disfrutan de bebidas como cerveza, sake, o un coctel. 

Su historia se remonta a siglos atrás, cuando el antepasado del moderno Isakaya era un lugar exclusivo para hombres, sin sillas y mesas occidentales con las que todos cuentan en la actualidad, y en donde el sake se bebía de largos recipientes. Sin embargo, fue en la década de los 80 en que se popularizó en Japón. Actualmente esta tendencia se replica en las ciudades más cosmopolitas del mundo entero y desde hace cuatro meses, con la apertura de Yatai, Quito cuenta también con uno. 

Después de los ‘sushi-bar', el Izakaya promete ser la nueva gran ola gastronómica que llega desde Japón hacia Occidente. Así lo afirma Mark Robinson, autor del libro ‘Izakaya The Japanese Pub Cookbook', en el que no solo retrata la cultura alrededor de estos bares, sino que comparte diversas recetas. 

En Japón, existen Isakayas en todas las formas y colores, desde modestos ‘pubs' a sofisticadas estancias, que se repletan después de los horarios de oficina. Al calor de los sabores y los alcoholes, las risas y las conversaciones se vuelven menos formales y más ruidosas. Allí radica su popularidad, infiere, Robinson, en que en esos lugares los japoneses pueden realmente ser ellos mismos.http://www.revistafamilia.ec/index.php/articulos-portada/1362-izakaya-comer-y-beber-a-lo-japones

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